Estos son algunos de nuestros ahijados emplumados que hoy viven en el Santuario Jaulas Vacías.
Son sobrevivientes de la llamada "industria avícola", la cual consiste en tener miles de vidas hacinadas, sin ver el sol, enloqueciendo sobre su propio excremento, hambreados para poder explotarlos más con el "replume", y asi poder robarles sus huevos o asesinarlos para comer sus cuerpos.
Ellos tuvieron la suerte de ser "descartes" de "no servir" para ser "comida" y la hermosa gente del Santuario los rescató y les dió una segunda oportunidad: la posibilidad de una vida y una dignidad que les habían arrebatado.
Hoy ellos disfrutan de poder respirar aire fresco, de ser amados, alimentados y cuidados, mientras millones de su misma especie son torturados y aniquilados a diario para que un humano pueda comerse un huevo que no necesita o asar sus cuerpos en una reunión de amigos, sin pensar que por 5 minutos de placer en su paladar, condenó a muerte a alguien que quería dormir siestas al sol, jugar con los de su especie, concretar propios sus intereses o simplemente, vivir.
Soñamos con el día en que no sea necesario rescatarlos.
Con el día en que sean respetados.
Con el día en que ya nadie los utilice para su propio beneficio.
La realidad de las víctimas de la industria avícola es un infierno, y la única causa de todo ese sufrimiento son los humanos que producen demanda.
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Entre todos podemos hacer un mundo más justo para ellos, cambiando nuestros hábitos y nuestra visión. Desafiando lo que nos enseñaron. Conectando. Empatizando.
Tomá conciencia.
Dejá a los animales fuera de tu plato.
Vos podés elegir, ellos no.
Vos no necesitás sus cuerpos para vivir.
Ellos si.